8 de septiembre de 2015

Admisión de Talentos UNCP: Crónica de un vaso roto lleno de barro

Y cayo la gota de barro sucio que rebasó el vaso, un vaso que ya no soportaba más y que se hizo trizas ante la mirada asustada, sudorosa y confundida de las principales autoridades universitarias de la UNCP, un vaso que cedió por una confidencia interna que debió quedar oculta para que la opinión pública, no fuera testigo de tanta incapacidad y lisura con la que se manejan las instituciones del estado, una revelación que puso en más de un aprieto a una comisión de admisión que casi al término de su gestión, impregno uno de los recuerdos más vergonzosos y tristemente latentes en la historia pre universitaria del Perú. 

Hay mucho que explicar, pero tan poca voluntad de hacerlo, hay cómplices, responsables y afectados sociales en esta tragedia que jamás se olvidará, hay miles de jóvenes que han perdido la confianza, aunque ni siquiera ellos mismos saben en quien confiaron, hay evidencias de poca transparencia y justicia en el manejo de este proceso que no podrán ocultar más, pero lo más triste, es que hay tanta desinformación que rodea este tema, que ese parece ser al final, el principal motivo de este atropello y remezón institucional del que aún no se libran los representantes de nuestra alicaída alma mater del centro del Perú.

Desde el sábado que estallo la polémica se vino un vendaval de críticas, desconfianza, medias verdades y desinformación, el domingo muchas caras más de desazón e incertidumbre rodearon la ciudad universitaria ante los inquisidores paneles y comunicados que anunciaban la suspensión de la segunda etapa de este examen, y para el lunes, se alzaron voces de protesta y se anunciaron plantones sin saber lo que sucedió realmente, porque sólo existía indignación y muchas preguntas sin responder.

Ese mismo lunes desde muy temprano en los programas de radios locales, comenzó el show de la confrontación, la incitación, la amenaza, la desinformación y el tufillo de justicia popular, muy de moda y rentable hoy en día, que ya cobraba sus primeras víctimas. Un rector aparentemente afectado hizo un llamado a la calma e invitaba a una conferencia a toda la población donde según sus propias palabras, todos sabrían exactamente lo que pasó y en que se equivocaron.

Pero la invitación fue para un acto cerrado no para una conferencia pública, se restringió el acceso a cientos de padres que se quedaron en las puertas de ingreso y fueron obligados a seleccionar a unos cuantos pocos representantes para los casi 5 mil perjudicados y fue simplemente un show casi calculado y titubeante, un debate que no existió, un clamor que no se quiso escuchar jamás, una infamia que terminó en un anuncio arbitrario que careció de empatía social porque simplemente la agenda ya estaba aprobada, la decisión ya se había tomado en consejo universitario previo, a los pocos asistentes sólo se les permitió el ingreso para ser mudos cómplices de una solución asesorada y la única consigna era no comprometer más legalmenente, judicialmente y administrativamente a las autoridades de esta casa superior de estudios.

El miedo se sintió en cada una de sus palabras que clamaban comprensión ante un error humano mencionado en varias oportunidades, se realizó la recalificación con los ponderados según lo que dicta el prospecto, se fijó ya la nueva fecha para la segunda etapa este jueves 10 de setiembre y todo esto ante el mutis extraño de algunos medios de comunicación y periodistas, que curiosamente no hicieron pregunta alguna mientras degustaban de un refrigerio nada comprometedor ante la vista y enfado de los pocos padres de familia que por cierto, fueron acusados y ridiculizados injustamente como opositores o detractores del avance y la buena imagen de la universidad.

Al final ya todo esta consumado, el vaso rebasó y se rompió de tanta suciedad, de tantos hechos sospechosos no denunciados, de tantos nombres y honras ocultas que saben que postular a la UNCP es una de las experiencias más traumáticas de su vida. Pero al barro lo limpiaron rápidamente, no importó como, no debía quedar evidencia de lo sucedido y lanzaron los vidrios rotos a quien se atrevió a cuestionar la razón o el porqué.

Tal vez seamos una vez más los consumidores quienes con nuestra actitud y decisión de exponer a nuestros hijos a este atropello, merecíamos esta cachetada y agresión para abrir los ojos, pero nada me quitará de la mente la enorme sensación de desconsuelo e impotencia de muchos ciudadanos, al ver como es que hoy en día en nuestro país se solucionan los problemas, o se pretenden solucionarlos, con ese mismo estilo de los políticos de turno y con esa costumbre astuta de quienes hoy creen tener el poder.
Esta historia se repetirá más de una vez por nuestro descuido, por nuestra ignorancia, indiferencia e inocencia, pero yo deseo con mucha esperanza, que quien pueda leer y entender estas palabras, no se olvide de este vaso roto y de todo el barro que a todos nos ensució.

2 comentarios:

  1. interesante pero le faltan datos precisos

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    1. Jhonatan muchas gracias, tomaré en cuenta tu recomendación y espero entiendas que para hacer más fluida la lectura y que el mensaje llegue más rápido, no he descrito los detalles, nombres, hechos y circunstancias previas que rodean a este tema. Espero podamos seguir en contacto y creciendo juntos desde la conversación de este y otros temas que publico en este blog. Saludos y éxitos en todo lo que estés emprendiendo.

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