
Hay mucho que explicar, pero tan poca voluntad de hacerlo, hay
cómplices, responsables y afectados sociales en esta tragedia que jamás se
olvidará, hay miles de jóvenes que han perdido la confianza, aunque ni siquiera
ellos mismos saben en quien confiaron, hay evidencias de poca transparencia y
justicia en el manejo de este proceso que no podrán ocultar más, pero lo más
triste, es que hay tanta desinformación que rodea este tema, que ese parece ser
al final, el principal motivo de este atropello y remezón institucional del que
aún no se libran los representantes de nuestra alicaída alma mater del centro
del Perú.
Desde el sábado que estallo la polémica se vino un vendaval de críticas,
desconfianza, medias verdades y desinformación, el domingo muchas caras más de
desazón e incertidumbre rodearon la ciudad universitaria ante los inquisidores
paneles y comunicados que anunciaban la suspensión de la segunda etapa de este
examen, y para el lunes, se alzaron voces de protesta y se anunciaron
plantones sin saber lo que sucedió realmente, porque sólo existía indignación y
muchas preguntas sin responder.
Ese mismo lunes desde muy temprano en los programas de radios locales, comenzó
el show de la confrontación, la incitación, la amenaza, la desinformación y el
tufillo de justicia popular, muy de moda y rentable hoy en día, que ya cobraba
sus primeras víctimas. Un rector aparentemente afectado hizo un llamado a la
calma e invitaba a una conferencia a toda la población donde según sus propias palabras, todos sabrían exactamente lo que pasó y en que se equivocaron.
Pero la invitación fue para un acto cerrado no para una conferencia
pública, se restringió el acceso a cientos de padres que se quedaron en las puertas de ingreso y fueron obligados a
seleccionar a unos cuantos pocos representantes para los casi 5 mil perjudicados y fue simplemente
un show casi calculado y titubeante, un debate que no existió, un clamor que no
se quiso escuchar jamás, una infamia que terminó en un anuncio arbitrario que careció de
empatía social porque simplemente la agenda ya estaba aprobada, la decisión ya
se había tomado en consejo universitario previo, a los pocos asistentes sólo
se les permitió el ingreso para ser mudos cómplices de una solución asesorada y
la única consigna era no comprometer más legalmenente, judicialmente y
administrativamente a las autoridades de esta casa superior de estudios.
El miedo se sintió en cada una de sus palabras que clamaban
comprensión ante un error humano mencionado en varias oportunidades, se realizó la recalificación con
los ponderados según lo que dicta el prospecto, se fijó ya la nueva fecha para
la segunda etapa este jueves 10 de setiembre y todo esto ante el mutis extraño de algunos medios de comunicación y periodistas, que curiosamente no hicieron pregunta alguna mientras degustaban de un
refrigerio nada comprometedor ante la vista y enfado de los pocos padres
de familia que por cierto, fueron acusados y ridiculizados injustamente como
opositores o detractores del avance y la buena imagen de la universidad.
Al final ya todo esta consumado, el vaso rebasó y se rompió de
tanta suciedad, de tantos hechos sospechosos no denunciados, de tantos nombres
y honras ocultas que saben que postular a la UNCP es una de las experiencias
más traumáticas de su vida. Pero al barro lo limpiaron rápidamente, no importó como, no debía quedar evidencia de lo sucedido y lanzaron los vidrios
rotos a quien se atrevió a cuestionar la razón o el porqué.
Tal vez seamos una vez más los consumidores quienes con nuestra actitud y decisión de exponer a nuestros hijos a este atropello, merecíamos esta
cachetada y agresión para abrir los ojos, pero nada me quitará de la mente la enorme
sensación de desconsuelo e impotencia de muchos ciudadanos, al ver como es que hoy en día en nuestro
país se solucionan los problemas, o se pretenden solucionarlos, con ese mismo estilo de los políticos de turno
y con esa costumbre astuta de quienes hoy creen tener el poder.
Esta historia se repetirá más de una vez por nuestro descuido, por nuestra ignorancia, indiferencia e inocencia, pero yo deseo con mucha esperanza, que quien pueda leer y entender estas palabras, no se olvide de este vaso roto y de todo el barro que a todos nos ensució.
interesante pero le faltan datos precisos
ResponderEliminarJhonatan muchas gracias, tomaré en cuenta tu recomendación y espero entiendas que para hacer más fluida la lectura y que el mensaje llegue más rápido, no he descrito los detalles, nombres, hechos y circunstancias previas que rodean a este tema. Espero podamos seguir en contacto y creciendo juntos desde la conversación de este y otros temas que publico en este blog. Saludos y éxitos en todo lo que estés emprendiendo.
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